Entendemos el (post) desarrollo como una experiencia históricamente singular, que implica un cambio cultural vinculado al dominio de un determinado pensamiento y representación del otro, del discurso y de la acción. Nuestro enfoque desde la Antropología de Orientación Pública integra reflexión e intervención. Símbolo, palabra y acto, desde una mirada crítica, informada y comprometida con unos mundos contemporáneos descoloniales, en lucha por la justicia (epistémica y/o material) y la sostenibilidad medioambiental. Posdesarrollo que toma en consideración los límites éticos en el ejercicio de la antropología y es capaz de definir su compromiso con el ejercicio profesional.